viernes, 28 de septiembre de 2012

Rescátame.


 Rescátame, aunque no seas príncipe ni yo princesa, y mis dragones sean las cosas cotidianas, las mismas preocupaciones que te asaltan a ti; algunas incluso de las que no te dejan dormir por las noches. No hace falta que traigas tu armadura; es más, mejor no la traigas, que el metal es frío y lo que quiero es el calor de tu cuerpo, el roce casual de las manos, de los brazos, quitarte algún mechón de la frente y mirarte a los ojos. Tampoco vas a necesitar un corcel blanco, tenemos toda una ciudad que patearnos, mil y un rincones por descubrir, algún atardecer colgado en mitad de vaya usted a saber, un banco, una cafetería donde pudiera explicarte por qué me da tanto miedo tenderte mi melena para que trepes por ella. Tal vez sean las paredes de piedra, el vértigo al asomarme desde este torreón tan alto como solitario… no sé, no importa, puede que algún día nos riamos de esta conversación. Bueno, quizás sea demasiado pedir; por eso sólo rescátame, a secas, y que lo demás se convierta en una bella rutina.
______________________________
Suena: Rescátame, Ari Jiménez y Jesús Garriga
Desde mi ventana: noche cerrada.

6 comentarios:

  1. ¡Fantástico! Es maravilloso...¿cómo puedes retratar los sentimientos "caóticos" de una persona de forma tan bella?
    Simplemente INCREÍBLE~

    ResponderEliminar
  2. "y que lo demás se convierta en una bella rutina"
    echaba de menos leerte. Me ha parecido verte mientras lo leía.
    Estos tres meses además de cortos, se me harán demasiado largos.Tenemos que poner skype un dia todos!! =)
    Besos desde Viena.

    ResponderEliminar
  3. Precioso post, que me regala un soplo bello, tierno y empático en esta tarde de viernes en el trabajo...

    Un placer leerte :)

    ResponderEliminar
  4. Sí, te rescataré. No una sino mil veces. Y al rescatarte evitaré mi propio naufragio en la mediocridad, en el tedio del trabajo, en la ausencia de atardeceres, en el claro obscuro de mi vida. Te rescataré sin armadura ni corceles blancos y con mi boca desnuda de palabras me haré un huequecito en tu corazón.

    ResponderEliminar
  5. Sencillo y precioso! desde luego es mucho mejor el calor humano que el de una armadura. Que dulce y mágico sería que siempre nos rescatasen así :)

    ResponderEliminar
  6. Sin palabras...te has quedado ya tú con todas.

    ResponderEliminar

Pasen y vean.