jueves, 31 de octubre de 2013

La factura del cambio de hora.

Este relato podrás encontrarlo en mi próximo libro: Mi propia ingravidez.

5 comentarios:

  1. Que bonito, que triste y que cierto este post!!

    Un placer volver a leerte :)

    Besos desde el Taller ;)

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  2. Que el cansancio no te impida seguir respirando. Hay nuevos aires y mucho oxígeno al otro lado de la puerta.

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  3. Un post curioso para el tema de cambio de horario, generalmente sí afecta en lo que hacemos a diario pero en lo hondo sabemos y pertenecemos al tiempo de cada quien.

    Me ha interesado tu entrada.

    Saludos y un placer.

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  4. Me gustó mucho. Escribís muy lindo. Me encantó tu blog en sí, y qué lindo encontrar esa escena de Casablanca en el costado...
    Un abrazo enorme, te sigo!

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  5. "Dame tu cansancio, muéstraselo al mundo y luego, te lo prometo, nos vamos."

    Me acabas de romper- en el buen sentido-, pero me has dejado rota.

    Joder, que bueno.

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Pasen y vean.