Nunca supe
decir adiós ni aprendí a despedirme del todo, por eso siempre se me queda
colgada una frase trivial entre los dientes. Es como si en vez de cerrar
puertas, me dedicara a ir entornándolas por si acaso el silencio que esconden
se convierte algún día en un rumor lejano. Por si acaso algún día. Cuántos arañazos
tienen esas palabras desde que ya ni me molesto en pronunciarlas, sino que me
aferro a ellas igual que mi gata cuando huye del agua: sacando las uñas y
haciendo equilibrios imposibles.
Y es que esa incapacidad
solo la firma la esperanza que se esconde detrás de todos los subjuntivos y sus
quizá. Esa a la que he visto darme la espalda tantas veces que ya ni siquiera
me molesto en mirarle el culo; cualquiera sabe que no hay necesidad de memorizar
las formas de lo cotidiano, que eso se aprende por rutina. Pero hubo una vez en
la que me miró a los ojos, me agarró de las mejillas y temblé de miedo. No es
fácil encararse con la esperanza; es como poner un cristal entre el niño que
sale hambriento de clase y el pan crujiente de la mañana. O como buscar símiles
tiernos para hablar de la crueldad.
Pese a todo,
ella, la esperanza que se esconde detrás de los subjuntivos y sus quizá,
tampoco ha aprendido nunca a despedirme y tiene la mala costumbre de volverse
para ver si la sigo mirando cuando se marcha. Lo que ella no sabe es que,
cuando dobla la calle, yo continúo mirando la esquina, por si acaso algún día
asoma la cabeza entre risas, y aunque yo sepa que es mentira, me toma de la
mano y me dice que no me preocupe, que solo era una broma.
_______________
Suena: May Be, Yiruma.
Desde mi ventana: dice el periódico que ya han caído
las primeras nieves en la Sierra, pero aquí las hojas siguen con su peculiar
balanceo, cogiendo impulso para saltar en este otoño que está de estreno.
Puede que la esperanza sea lo último que se pierda, pero también será lo primero qué veremos regresar.
ResponderEliminarBuenos días.Yo opino que nuca nos abandona la esperanza tan solo bajamos la guardia,bien por cansancio,desesperación por impotencia o por incomprensión o por que no decirlo ira y rabia durante tantos añosacumulada .que creemos eroneamente que ya no nos que da ni chispa de esa esperanza que nuca nos dio la espalda pero si volvió la esquina para no querer vernos la verdaderamente la cara.
ResponderEliminar