Familiares y amigos,
Como os comentaba en la entrada anterior, tengo algunas novedades. Bien, en esta ocasión se trata de algo
relacionado con la literatura pero… ¡con la poesía! Sí, aunque aquí en el blog
sólo subo prosa, también me gusta escribir poesía. ¡Sorpresa!
El caso es que el año pasado
acompañé a una amiga que se había presentado a la I edición del Premio de Justa
Poética Alexandre Amad. En el transcurso de la celebración los poetas
finalistas se enfrentaron en un ejercicio de justa poética que consistió en
escribir un nuevo poema en cinco minutos y recitarlo allí mismo. A los asistentes
al acto también nos brindaron la oportunidad de escribir un poema en cinco
minutos, así que ya os podréis imaginar que servidora no se lo pensó dos veces. El único requisito era que o bien el poema fuese un acrónimo de “Alexandre” o bien tuviera por principio o fin uno de sus versos: “Quizá imaginando lo impensable comience a rugir el mundo”. Pues resulta que, junto con los ganadores y finalistas, los versos de quienes nos
animamos a participar han sido publicados en un libro colectivo editado por la Universidad de Granada. ¡Enhorabuena a
todos!
Y nada más. Aquí os dejo mi
poema.
Espero que lo disfrutéis.
Quizás imaginando lo impensable comience a rugir el mundo,
en las entrañas de tu vientre,
el dolor antiguo, casi apagado, cenizo, muerto.
Cuando estés cerrando los ojos a la luz,
y más que luz, a la oscuridad de lo que no quieres ver,
cuando estés esperando con ejemplar disciplina
y paciencia, a sabiendas de lo que viene,
cuando ya no quede más que lo que no es,
lo que no ha sido,
lo que no será,
entonces, vendrá el zarpazo, el rugido, el tigre, tú.