lunes, 30 de abril de 2012

martes, 17 de abril de 2012

También el poeta es digno de desconfianza.

¿Cómo te explico que no te fíes del poeta, que él te habla en el lenguaje de las cosas que no pueden decirse, donde los protagonistas de las historias actúan sin saber dar explicaciones de por qué hacen esto y no aquello, y es el poeta quien las cuenta?
Él te prometerá una dolorosa dicha, un sufrimiento gozoso, un sentimiento que anidará en tu pecho y se extenderá por tus brazos, tu cuello, tus piernas, y no encontrará cabida en ellos y acabará explotando la mecánica de tu corazón. Y tú, triste infeliz desdichado, sonreirás porque él te ha hecho creer que tu vida sería vana e incompleta sin poner el mundo del revés, sin hallar ese remanso de paz en cada punzada de dolor, porque duele cuando estás vivo y el poeta lo que cuenta es la vida, por mucho que a veces anhele la muerte.
Te rescatará del tedio con sus versos, te descubrirá lo que hay al otro lado del cristal y te hará ver con claridad el vaho con que empañas tus sueños al contemplar lo que hay tras la ventana, aquello que no alcanzarás sin renunciar a lo que ya tienes. Créeme, él sabrá hacerte dudar, venderte cada lado, las dos caras de la moneda mientras te mira desde el canto de la misma, porque el poeta siempre vuelve a la frontera donde todo hiere y se siente más intensamente, porque es tierra de nadie y nadie sabe cuál es la tierra a la que pertenece, si es que, acaso, puedes anclarte a un solo bando.
No te fíes de él, hazme caso, que el poeta hace sus rimas y siente con ellas, ora ama ora odia, y se escapan entre los huecos de sus dedos los suspiros que tú arrojas al aire cuando le lees, cuando te buscas en sus palabras sin saber que tú ya eres él, desde la primera letra, desde el primer deseo de encontrarte en su reflejo.
Ten cuidado, porque mientras sientas, mientras entiendas la melancolía que encierra tras cada sílaba y conviertas su aliento en el verbo que te renace, todo irá bien y tomarás la vida fluyendo en su intenso latir, besando la duda, arrojándote de lleno al vacío que ansías encontrar al borde de tus pies. Pero ten cuidado, porque el poeta también peca de soberbia y buscará en sus versos contar enrevesadas historias sencillas que pongan fin a sus dudas, a su dolor y a su miedo, y tú no podrás hacer presa al torrente que te desborda, porque has hecho tuyo su dolor y el poeta ya no lo quiere de vuelta.
Quizá culpes al destino, a la mala suerte, a la voluntad y a la vida; tal vez hasta te agrade llevarte al límite, probarte a cada paso, hasta que veas que ya cuentas diecinueve y que al dar uno más, solo quedará disparar a tu adversario, a tu otro yo, y matar una a una tus certezas, y su ausencia pesará tanto que no quedarán más que vanas creencias a las que aferrarse cuando trates de responderte, en la soledad de tu propia compañía, por qué ya no están contigo todos esos sentimientos que te llenaban la boca de amaneceres. Los mismos que con su belleza no te dejaron ver que cuanta más luz había, más tarde era para todo lo demás.
Pero sé que por mucho que te lo explique, tú no lo entenderás, sino que también correrás a abrazarte al poeta como una sombra descosida que no quiere irse por no tener que regresar.
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Suena: la banda sonora de mi ventana abierta.
Desde mi ventana: La Sierra, recién nevada, se recorta sobre un cielo azul de blancas nubes bajas.





Este relato también puedes encontrarlo en mi libro: Mi propia ingravidez.

domingo, 15 de abril de 2012

Cadenas que no pueden dar mala suerte.



Hoy me han otorgado el premio "Liebster Blog". 
Este premio pretende recompensar y estimular aquellas páginas de la red cuyo número de seguidores no excedan los doscientos, pero que, "por su esencia y contenido merezcan ser dados a conocer a todos los rincones de la blogosfera".

Gracias a Marina de "El escondite de los delirios", por dedicarme este premio. Pero sobre todo, por leerme siempre que publico alguna entrada, por dejar su comentario, aunque sólo sea para decir que le ha gustado. Y, por supuesto, fuera de la blogsfera, por estar ahí, con su carilla de Cheshire Cat.

Para continuar la cadena hay que seguir los siguientes pasos:

1. Copiar y pegar el premio en el blog y enlazarlo al blogger que te lo otorgó:
http://elesconditedelosdelirios.blogspot.com.es/ 


2. Señalar tus cinco blogs preferidos con menos de 200 seguidores y escribir comentarios en sus blogs para que conozcan que han recibido el premio:


3. Y, por último, esperar que continúen con la cadena y elijan a sus 5 blogs preferidos. 

Mis disculpas a otros espacios de la red que también merecen este premio. Si la cadena sigue, los que son y aquí no están ya llegarán, y también recibirán este premio.  

Por otra parte, tampoco quisiera dejar de mencionar estos blogs a los que ya otras personas les han otorgado el premio pero que, no por ello, merecen dejarse en el tintero:

Solo me queda decir: Disfrutad de los escritos que encontrareis en esos magníficos blogs.
Gracias.

miércoles, 4 de abril de 2012

La lluvia, la espera y el echar de menos.

La lluvia cae como tamborilean los dedos sobre la mesa, esperando a que pase algo, aunque no sepan qué exactamente. Será la falta de costumbre, será que al pensamiento también le han dado vacaciones. O tal vez la botella que agarraban noches atrás, el modo en que retorcían la tela cuando los labios no sabían cómo hablar y, después, cuando ya no hubo modo de callarlos. No sé, siguen moviéndose, siguen las gotas en el cristal; puede que echasen de menos esta tranquilidad, esta calma que no esconde tras de sí ninguna tormenta. Tendrán que acostumbrarse a no tener más preocupación que la de enredarse en tu pelo, recorrer tu rostro, borrar los miedos. Mientras tanto, que abran el paraguas y tú, vente conmigo, no te vayas a mojar.
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Suena: Again, Anni B Sweet
Desde mi ventana: día cenizo, nubes en blanco y gris. Granada se viste de Semana Santa.