Hay días en los que se pasa rápidamente ante el espejo. Un retoque, una sonrisa fugaz, comprobar que todo está en orden y desaparecer. Son en los que se evita el propio reflejo, porque se sabe que aquello con lo que uno se va a encontrar no es muy agradable.
Al otro yo, ése que se parece tanto a nosotros pero que no lo es, de prestarle un poco de atención, lo descubriríamos mirándonos fijamente, con una reprimenda en sus labios...
Y, ¿siempre va usted de carnaval? Ya sabe, con esa máscara... que, por cierto, no le sienta nada bien...
Un espejeo de lo que nos gustaría ser.
Un papel mal interpretado; ¿un actor inexperto o un guionista demasiado exigente?
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Suena: Por Quererte -Efecto Mariposa
Desde mi ventana: curiosamente, mi propio reflejo en el cristal.
me gustó
ResponderEliminargracias.
Yo echaré, esta vez, mucho de menos ver a Isma en Granada...
ResponderEliminarAñoro esos conciertos... donde el tiempo se detenía en su voz.
Un abrazo.
Hay días en los que mirarse al espejo da miedo. Es cierto. Pero no siempre es así, ¿no?.. ¿Y las veces que le sacas la lengua y haces tonterías delante de el? Se te han olvidado. A veces, es inevitable ponerse una coraza. Quizás, es lo que necesitamos en algunos momentos: estar solo con nosotros mismos. Reflexionar. Y después, después de no sonreirle al espejo y de creer que es un mal día, no empieces a mirar bien al espejo, mírate a ti misma y sonríete. Nadie va a poder hacerlo mejor que tú.
ResponderEliminar''NO LE PIDAS A LOS DIOSES LO QUE NO ESTÉS DISPUESTA A HACER POR TI MISMA''