domingo, 12 de septiembre de 2010

Lluvia de septiembre.

Este relato podrás encontrarlo en mi próximo libro: Mi propia ingravidez.

3 comentarios:

  1. Taquicardia adolescente y te acercas lentamente entre el barullo de la gente. Cuando aprieta el sol, cuando se esconde a mi sólo me apetece escucharle

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  2. Después de la tormenta, siempre llega la calma con su inconfundible olor a tierra mojada ;-)

    Creo que no te tengo en mi lista de blog, debí haberlo olvidado ¡ahora mismo te agrego! Ay ay, esta cabecita mía jeje.

    Me gusta mucho tu blog, aunque este escrito se antoja triste, como un sentimiento de "estar perdido".

    ¡Un besito!^^

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  3. mmm...me encanta el olor a tierra mojada!:)
    gracias por pasar por mi blog, yo tambien te sigo, remuá!

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Pasen y vean.