domingo, 3 de febrero de 2013

Accidentes.


 Eres mi accidente favorito.
 No ocurres ni siempre ni la mayoría de las veces, por eso me gustas; porque eres tan impredecible que podría vivir sin ti, porque no me haces más falta que la de la incertidumbre, la de asegurarnos que hemos vivido porque al otro lado ya no nos esperan puertas ni ángeles ni cielos, sólo aquello que ya no acontecerá porque nunca dejamos que emergiera.

 Mírame a los ojos, y niégame que seas un accidente. Reivindica tu ser, tu racionalidad animal, tus labios y el que te esté escribiendo, reivindícalo todo. Pero no seas planta, no calles, habla, habla, habla…

 Tú eres un accidente y yo, sólo quien escribe.
 Tú, mi accidente; yo, el de este texto.
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Suena: Culpable, Lagarto Amarillo
Desde mi ventana: noche oscura, y en la mesa, Aristóteles y el último rooibos de champagne con praliné.

4 comentarios:

  1. Los accidentes a veces son magníficos.
    Sigue creándolos. Que estate segura que yo seré el accidente que los lea ;)

    Un abrazo enorme :)

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  2. Viva los accidentes!!

    Me encantó volver a verte por mi Taller, y más con las palabras bonitas que me regalaste!!

    Ah!! Y por cierto, este texto me ha recordado una canción de Diego Ojeda, te dejo el link, a mi me encanta!! :) http://www.youtube.com/watch?v=ImNopH8UToY

    Un abrazo!! :)

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  3. Es una persona este accidente?
    Porque generalmente las personas que son un accidente se convierten en las más imprescindibles, aunque queramos borrarlas! Y si no es una persona y es algo material, a veces, nos ayuda a reaccionar. Así que a veces, no están tan mal!
    Un saludo!

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Pasen y vean.